miércoles, 4 de noviembre de 2009

Restaurantes Españoles en Nueva York

Me han preguntado ya en varias ocasiones acerca de restaurantes españoles en Nueva York. Generalmente en NYC, y como es natural, trato de ir a otro tipo de restaurantes pero puedo citar algunos en los que he estado personalmente y otros que me han recomendado algunos amigos por si son de vuestro interés.

El Txikito:

El Txikito es un restaurante vasco situado en Chelsea. Fue de los primeros sitios a los que fui a cenar recién llegada a New York y me hizo ilusión tanto su nombre (pequeño en euskera), como su menú con pintxos, y platos típicos del norte. La decoración es chic al igual que su comida y la forma de presentarla. Si estás en Nueva York y quieres tomarte un buen Bacalao al Pil Pil, ya tienes sitio ;)

240 Ninth Ave.
Entre la 24th & 25th Streets
Telf: 212.242.4730

Trata Sala:


Si buscas comer comida típica española en un sitio moderno que no pierde la esencia, con buena comida y buen servicio el Trata Sala puede ser tu lugar. El menú es completo; Hay sopas, tostas, pantumaca, platos a la plancha y al horno.

Hay dos restaurantes Trata Sala en Manhattan:

344 Bowery New York
At Great Jones Street
Telf: 212 979 6606
10012

35 West 19st New York
Between 5th and 6th avenue
10011
Telf: 212 229 2300

La Nacional

Al entrar en este restaurante te olvidas por completo estar en Nueva York. Estilo tasca, La Nacional es el primer restaurante Español en la gran manzana. El menú es parecido al de el Sala y la comida está buena pero si buscas algo fashion, claramente este no es el lugar. Tiene carta de paellas y hay una sala dónde ponen los partidos de fútbol.

239 W 14th St
New York, NY 10011-7149
Telf: (212) 929-7873


El Mercat:

Restaurante Catalán que se encuentra además de en Nueva York, en Chicago. Con una cocina abierta, tiene espacio para que te tomes unas tapas o para que te sientes a cenar.45 Bond St
New York, NY 10012-2486
(212) 529-8600


Tia pol:

Un bar pequeñito que más que para cenar es para tomar unas tapas. También de origen Vasco, tienen croquetas que cambian diariamente, gildas, txipirones entre otros. El precio de las raciones no es muy alto pero éstas son bastante pequeñas.

205 10 Ave
New York, NY 10011-4719
(212) 675-8805



Bar Jamón:

El bar jamón es pequeño y generalmente está completo de gente joven tomando tapas y algunos vinos, muy del estilo de la Tia Pol. Pero la comida está muy buena. Dan tapas como chorizo, quesos variados, croquetas y calamares.



125 E 17th St
New York
NY 10003-344

martes, 13 de octubre de 2009

Niagara... cataratas de birra y rock 'n' roll

El viejo NY de rockeros y punks deambulando por la calle, de putas por Broadway, de dealers y mafiosos por Hell's Kitchen, o desquiciados que te atropellan con el carrito del supermercado ya no existe, o eso es lo que se escucha decir a los locales, que aqui se llegan a definir como personas que llevan viviendo mas de 7 años en la city. Sin embargo, no muy lejos de Thompkins Square, lo que era el punto de encuentro de punks en la década de los ´70 y ´80 hasta que sucedió la famosa batalla campal con la NYPD, se encuentra el Niagara, un lugar donde la música y el antiguo espíritu del East Village se puede seguir respirando. Por afuera no dice nada... bueno nada. ¡Qué mentiroso soy! Por afuera, en uno de los muros se encuentra el mítico grafitti dedicado a Joe Strummer, líder y cantante de The Clash. Y por dentro el ambiente es áspero, con paredes blancas y negras decoradas con los dibujos de un grafitero que protestan contra la prohibición del cigarrillos en bares y del aplastamiento de la libertad (a veces demasiada) que exsitía en la gran manzana. Sola en una esquina invita a un juego un pinball auténtico.

Al Niagara no van fanáticos de Sex in the City, sino de Sex Pistols, por lo tanto no se te ocurra pedir un mojito o un cosmopolitan porque se te reirán en la cara. Solo te ofrecen birras, cominados y cocktails clásicos o para los duros, cualquier alcohol solo. Acá va gente que quiere escuchar rock de los ´70 en adelante, que quizás se echa un baile, que va a beber y quizás charle. No hay oferta de comidas, ni snacks.

Solo damos una sugerencia muy importante; tratar de evitar este lugar los fines de semana, porque se ve invadido por jovencitos que cruzan el puente que separa a NY de NJ. Esto que digo parece ser una frivolidad discriminatoria, pero leyendo otros bloggers, parece que estamos todos de acuerdo. Los fines de semana, la ciudad de NY se ve atacada por NJersers que desembarcan para emborracharse y hacer estupideces. Lamentablemente, el Niagara es un fortín tomado los viernes y sábados.

P.D.: La última vez que estuvimos por allí, compartimos barra con Jude Law y sus secuaces. Era curioso ver los viajes tan frecuentes que hacía al baño, porque el baño del Niagara tampoco es gran cosa...

Niagara
New York, NY 10009-6106
(212) 420-9517

viernes, 9 de octubre de 2009

Qué ricas las crêpes!

Hace unos diez años solía viajar a Londres cada dos meses por trabajo. En una de esas estadías fui a recorrer el barrio de Hampstead y allí me choqué con un puestito de crêpes. Me aventure a probarlas y aquello fue amor a primera vista. No importaba que hubiera que comer de pie, en la calle y que hiciera frio. Esas eran las mejores crêpes del mundo, sin lugar a duda. Tras varios viajes a diferentes destinos y siempre dispuesto a vivir nuevas experiencias culinarias, nunca encontré una crêperie que pudiera disputar el título de Nro. 1 del Mundo a la Crêperie de Hampsted (http://www.hampsteadcreperie.com). Nunca hasta el día que paseando por el barrio de Williamsburg me quede inmóvil delante de la puerta de Pâtes et Traditions. Que hacia un restaurante frances tan petite perdido en una esquina semi-desierta de Will-X? La curiosidad me obligo desviarme de mí itinerario e investigar que ofrecía un lugar tan simpático. Crêpes! Dulces, saladas, combinaciones creativas! Todos los ingredientes son muy frescos y deliciosos. Las crêpes estan hechas con cariño y las dueñas del restaurant (dos auténticas francesas) le añaden simpatía y armonía al lugar, que está decorado humildemente. Además de la oferta de crêpes, se ofrecen ensaladas, croque monsieurs, omelettes y postres. Para acompañar los platos, además de los clásicos cafés y tés, se brindan vinos, cervezas y... calimocho. Si, la mítica bebida de los jóvenes españoles, de San Fermín, del botellón, se sirve en este sitio como una bebida exótica y deletreado erróneamente según los vascos que han pasado por allí, ofendidos por tal falta de ortografía, ya que en Euskalerría, origen de dicha bebida pagana, se escribe kalimotxo.

Salí de aquella esquinita encantado, satisfecho y sonriente. Sin embargo, no fui capaz de quitarle semejante mención a la creperie londinense, a pesar de no tener mesas, ni ofrecer bebidas alcohólicas y tener que hacer una cola casi kilométrica. De todas formas, me alegro de saber que tiene un sucesor y que queda cerca de mi casa. :-)

Pâtes et Traditions
52 Havemeyer Street
(between 6th St & 7th St)
Brooklyn, NY 11211
(646) 409-4019

jueves, 8 de octubre de 2009

El Union Pool y su terraza; buena música, tacos y cervezas a 2$

El Union Pool es un bar en Williamsburg, Brooklyn, del que me habían hablado ya en España antes de llegar a NYC. Me llevé una gran sorpresa al ver que la casa que había encontrado casi por arte de magia desde Bilbao, estaba a tan sólo tres manzanas.

Éste fue
el primer bar en el que estuve en Nueva York. Chito Yoshida, ex-compañera de piso, fotógrafa y amiga, me llevó a un concierto de una conocida suya y desde el momento que entré supe que era de esos sitios a los que iba a volver en más de una ocasión.

Y así ha sido; el
Union Pool se ha convertido en punto de encuentro y bar frecuentado prácticamente todas las semanas en Nueva York. Es un lugar accesible gracias a su localización casi en la puerta de la estación de la parada de metro de Lorimer, en la L. Esta línea no siempre funciona a la perfección...pero atraviesa todo Manhattan y es la única que te indica cuantos minutos quedan para el siguiente tren, lo cual viene bastante bien.

El
Union Pool nos gusta sobre todo porque en él se respira la onda de uno de los barrios más cool de Nueva York; Williamsburg. La gente de W-burg es diferente; cuna de artistas de todo tipo, este barrio alberga a gente creativa, con personalidad y unos aires diferentes a los de Manhattan. Al Union, como a muchos otros sitios de este área, no tienes que ir arreglado; podrías ir en pijama sin que nadie te mirara.

Puedes tomar todo tipo de bebidas pero es de esos pocos sitios dónde encuentras
cerveza, en concreto la ya mítica Pabst Blue Ribbon, a 2$ y pinchan por lo general música de los 60 y 70 (bowie, sonics, zombies etc). Un lugar en el que, pese a las variaciones en función del DJ, suenan los clásicos.

Dónde más horas pasamos es en
la terraza del bar, aunque los findes en los que hace buen tiempo se pone hasta arriba y es difícil encontrar un sitio. En invierno, cuando hace un frío que no se puede soportar, hacen una hoguera en el centro y te puedes sentar alrededor, si no te importa oler un poco a humo, claro. En una de las esquinas de esta terraza hay un original camión en el que puedes comer tacos y tostadas (3$ y 4$) y alguna otra cosa que yo nunca he llegado a probar.

Que no se me olvide hablar de la
tercera sala, a la cual se accede desde la misma terraza. Esta es conocida mayoritariamente por sus conciertos aunque también se transforma en pista de baile. Sólo he ido a un concierto pero deben de tocar buenos grupos y la entrada cuesta más o menos 10$.

En definitiva, adoro el
Union Pool y recomiendo visita a todo el que venga por la ciudad. Para consultar sus eventos sus coordenadas están en su Myspace, twitter o Fan Page de Facebook.

lunes, 5 de octubre de 2009

La slice para el cámino; un clásico neoyorkino

Nueva York es experta en atrapar culturas y costumbres de otros lugares haciéndolas propias y dándoles esa especial y adictiva personalidad neoyorkina. La pizza, que llegó a EE.UU desde Italia a finales del XIX de la mano de Gennaro Lombardi, no tuvo más remedio que adaptarse al vertiginoso ritmo de la Gran Manzana tardando poco tiempo en convertirse en tradición.

A día de hoy puedes sentarte a comer pizza de calidad a buen precio en muchos restaurantes pero lo que hace característica la pizza en Nueva York es el concepto de slice.

El clásico básico es la slice de pizza margarita que sólo tiene tomate y queso. La masa es extra fina por lo que se calienta rápido y además puedes doblarla lo que la convierte en perfecta para "llevártela puesta". A partir de aquí puedes encontrar pizza de todos los sabores y colores; desde las clásicas de pepperoni o de vegetales hasta otras más originales y estrambóticas como la pizza de macarrones.

El caso es que desde que aterricé en New York he cogido la "mala" pero irresistible costumbre de "pillarme una slice para el camino". Es difícil decir que no ya que hay una pizzería en cada esquina y es una buena manera de llenar el estómago de forma económica. Aunque por supuesto...¡Hay truco! Generalmente la "regular slice" o la slice de margarita es muy barata; Puedes encontrarla por el módico precio de 1$ en el "2 Bros Pizza", en el 32 de Saint Marks Place aunque generalmente valen 2,5$ o 3$. Se utiliza este precio como gancho ya que si quieres una pizza con más ingredientes te cobran de 3,5$ en adelante.




No tiene mucho sentido recomendar lugares concretos para tomar una porción de pizza ya que no son sitios a los que vayas a cenar sino con los que te encuentras por el camino cuando tienes hambre y falta de tiempo para sentarse, algo común en New York City. Si paseas por East Village y tienes apetito espero que te encuentres con la pizzería Artichoke, lugar con encanto por el que me dejo caer en muchas ocasiones ya que está a la vuelta de la esquina de mi casa. ¿Mi slide preferida? La que lleva el nombre del establecimiento, la original "Artichoke slice".


domingo, 27 de septiembre de 2009

El OST CAFÉ en el East Village

Es curiosos como en New York, una ciudad impersonal, en la que en ocasiones parece que estás en medio de la nada encuentras de repente uno de esos sitios que te hacen sentir en casa. Así me sentí nada más entrar en el OST café en el East Village.

Iba caminando por la Avenue A y al llegar al cruce con la 12 st dí con esta cafetería. Tiene grandes ventanales que rodean la fachada y esto lo convierte en un lugar agradable ya que entra mucha luz y puedes ver desde dentro lo que ocurre en la calle.

La decoración estilo francés es muy acogedora; Mesas de mármol de diversos tamaños, sillas de madera, un sofá y un par de butacas que junto con el ambiente distendido me recuerdan en cierto sentido al Pepe Botella, bar café situado en la Plaza del 2 de Mayo en Madrid en el que he invertido bastantes horas.

Si vas al
OST café te encontrarás con gente solitaria, ocupada en sus cosas aunque también es un sitio perfecto para desayunar o merendar tranquilamente en compañía. Con una consumición tienes acceso a Internet lo que hace que much@s lleven con ell@s el ordenador portátil. También hay gente que lee, gente que escribe, estudiando o escuchando música. La verdad es que cada uno va "mucho a su bola" lo que convierte esta cafetería en un lugar idóneo si quieres concentrarte y compartir este momento con otros están haciendo lo mismo que tu.

Sirven café
y de varios tipos; también chocolate y refrescos orgánicos (olvídate si lo que quieres es tomarte una Coca cola normal o una cerveza) y los precios oscilan entre los 2,5$ y los 4,5$. Así mismo tienen bollería como croissants y pastas entre otros. Al final el menú es el básico de una cafetería. Sin embargo, si te gusta el café, recomiendo el café latte, que lo sirven en taza grande y es de los mejores que he probado en Manhattan. El servicio es bueno; camareros guapos y modernetes te llevan el café con una sonrisa a la mesa. ¡Ah! Y aceptan tarjeta.

Todo esto hace que desde que no tengo Internet en casa, el OST café se ha convertido en, como dicen mis amigos fer & helen en su blog, mi oficina y mi sitio preferido para hacer dos cosas que forman parte de mi rutina diaria. Tomar café y conectarme a la red.