viernes, 9 de octubre de 2009

Qué ricas las crêpes!

Hace unos diez años solía viajar a Londres cada dos meses por trabajo. En una de esas estadías fui a recorrer el barrio de Hampstead y allí me choqué con un puestito de crêpes. Me aventure a probarlas y aquello fue amor a primera vista. No importaba que hubiera que comer de pie, en la calle y que hiciera frio. Esas eran las mejores crêpes del mundo, sin lugar a duda. Tras varios viajes a diferentes destinos y siempre dispuesto a vivir nuevas experiencias culinarias, nunca encontré una crêperie que pudiera disputar el título de Nro. 1 del Mundo a la Crêperie de Hampsted (http://www.hampsteadcreperie.com). Nunca hasta el día que paseando por el barrio de Williamsburg me quede inmóvil delante de la puerta de Pâtes et Traditions. Que hacia un restaurante frances tan petite perdido en una esquina semi-desierta de Will-X? La curiosidad me obligo desviarme de mí itinerario e investigar que ofrecía un lugar tan simpático. Crêpes! Dulces, saladas, combinaciones creativas! Todos los ingredientes son muy frescos y deliciosos. Las crêpes estan hechas con cariño y las dueñas del restaurant (dos auténticas francesas) le añaden simpatía y armonía al lugar, que está decorado humildemente. Además de la oferta de crêpes, se ofrecen ensaladas, croque monsieurs, omelettes y postres. Para acompañar los platos, además de los clásicos cafés y tés, se brindan vinos, cervezas y... calimocho. Si, la mítica bebida de los jóvenes españoles, de San Fermín, del botellón, se sirve en este sitio como una bebida exótica y deletreado erróneamente según los vascos que han pasado por allí, ofendidos por tal falta de ortografía, ya que en Euskalerría, origen de dicha bebida pagana, se escribe kalimotxo.

Salí de aquella esquinita encantado, satisfecho y sonriente. Sin embargo, no fui capaz de quitarle semejante mención a la creperie londinense, a pesar de no tener mesas, ni ofrecer bebidas alcohólicas y tener que hacer una cola casi kilométrica. De todas formas, me alegro de saber que tiene un sucesor y que queda cerca de mi casa. :-)

Pâtes et Traditions
52 Havemeyer Street
(between 6th St & 7th St)
Brooklyn, NY 11211
(646) 409-4019

jueves, 8 de octubre de 2009

El Union Pool y su terraza; buena música, tacos y cervezas a 2$

El Union Pool es un bar en Williamsburg, Brooklyn, del que me habían hablado ya en España antes de llegar a NYC. Me llevé una gran sorpresa al ver que la casa que había encontrado casi por arte de magia desde Bilbao, estaba a tan sólo tres manzanas.

Éste fue
el primer bar en el que estuve en Nueva York. Chito Yoshida, ex-compañera de piso, fotógrafa y amiga, me llevó a un concierto de una conocida suya y desde el momento que entré supe que era de esos sitios a los que iba a volver en más de una ocasión.

Y así ha sido; el
Union Pool se ha convertido en punto de encuentro y bar frecuentado prácticamente todas las semanas en Nueva York. Es un lugar accesible gracias a su localización casi en la puerta de la estación de la parada de metro de Lorimer, en la L. Esta línea no siempre funciona a la perfección...pero atraviesa todo Manhattan y es la única que te indica cuantos minutos quedan para el siguiente tren, lo cual viene bastante bien.

El
Union Pool nos gusta sobre todo porque en él se respira la onda de uno de los barrios más cool de Nueva York; Williamsburg. La gente de W-burg es diferente; cuna de artistas de todo tipo, este barrio alberga a gente creativa, con personalidad y unos aires diferentes a los de Manhattan. Al Union, como a muchos otros sitios de este área, no tienes que ir arreglado; podrías ir en pijama sin que nadie te mirara.

Puedes tomar todo tipo de bebidas pero es de esos pocos sitios dónde encuentras
cerveza, en concreto la ya mítica Pabst Blue Ribbon, a 2$ y pinchan por lo general música de los 60 y 70 (bowie, sonics, zombies etc). Un lugar en el que, pese a las variaciones en función del DJ, suenan los clásicos.

Dónde más horas pasamos es en
la terraza del bar, aunque los findes en los que hace buen tiempo se pone hasta arriba y es difícil encontrar un sitio. En invierno, cuando hace un frío que no se puede soportar, hacen una hoguera en el centro y te puedes sentar alrededor, si no te importa oler un poco a humo, claro. En una de las esquinas de esta terraza hay un original camión en el que puedes comer tacos y tostadas (3$ y 4$) y alguna otra cosa que yo nunca he llegado a probar.

Que no se me olvide hablar de la
tercera sala, a la cual se accede desde la misma terraza. Esta es conocida mayoritariamente por sus conciertos aunque también se transforma en pista de baile. Sólo he ido a un concierto pero deben de tocar buenos grupos y la entrada cuesta más o menos 10$.

En definitiva, adoro el
Union Pool y recomiendo visita a todo el que venga por la ciudad. Para consultar sus eventos sus coordenadas están en su Myspace, twitter o Fan Page de Facebook.

lunes, 5 de octubre de 2009

La slice para el cámino; un clásico neoyorkino

Nueva York es experta en atrapar culturas y costumbres de otros lugares haciéndolas propias y dándoles esa especial y adictiva personalidad neoyorkina. La pizza, que llegó a EE.UU desde Italia a finales del XIX de la mano de Gennaro Lombardi, no tuvo más remedio que adaptarse al vertiginoso ritmo de la Gran Manzana tardando poco tiempo en convertirse en tradición.

A día de hoy puedes sentarte a comer pizza de calidad a buen precio en muchos restaurantes pero lo que hace característica la pizza en Nueva York es el concepto de slice.

El clásico básico es la slice de pizza margarita que sólo tiene tomate y queso. La masa es extra fina por lo que se calienta rápido y además puedes doblarla lo que la convierte en perfecta para "llevártela puesta". A partir de aquí puedes encontrar pizza de todos los sabores y colores; desde las clásicas de pepperoni o de vegetales hasta otras más originales y estrambóticas como la pizza de macarrones.

El caso es que desde que aterricé en New York he cogido la "mala" pero irresistible costumbre de "pillarme una slice para el camino". Es difícil decir que no ya que hay una pizzería en cada esquina y es una buena manera de llenar el estómago de forma económica. Aunque por supuesto...¡Hay truco! Generalmente la "regular slice" o la slice de margarita es muy barata; Puedes encontrarla por el módico precio de 1$ en el "2 Bros Pizza", en el 32 de Saint Marks Place aunque generalmente valen 2,5$ o 3$. Se utiliza este precio como gancho ya que si quieres una pizza con más ingredientes te cobran de 3,5$ en adelante.




No tiene mucho sentido recomendar lugares concretos para tomar una porción de pizza ya que no son sitios a los que vayas a cenar sino con los que te encuentras por el camino cuando tienes hambre y falta de tiempo para sentarse, algo común en New York City. Si paseas por East Village y tienes apetito espero que te encuentres con la pizzería Artichoke, lugar con encanto por el que me dejo caer en muchas ocasiones ya que está a la vuelta de la esquina de mi casa. ¿Mi slide preferida? La que lleva el nombre del establecimiento, la original "Artichoke slice".